Nuestro héroe cruza la singularidad maldita, el agujero negro o gris, el pasadizo al otro patio, que se encuentra en la esquina de Nicaragua y Arévalo, en el barrio de Palermo, Buenos Aires.
Todo puede pasar: sexo, Historia, aventuras, guiso de lentejas o mondongo y Perón y Freud explicando las remeras rotas del Capitán Kirk.
A ver si se ponen a leer, holgazanes.
El ombligo del mundo
Este gigantesco agujero es para extracción de diamantes. Está en Siberia Central, junto a la ciudad de Mirna. Tiene 525 metros de profundidad y su diámetro es de 1,25 km.
2 comentarios:
Que interesante...sacan los diamantes de este ombliguito? . Cuanto hay que profundizar para sacar lo bueno....
Besos madrileños
Y si, la tierra para el que la trabaja, hay que yugar para obtener frutos... ;)
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