3° Viaje: ¡Sacré Dieu! (Última Parte)

A una cuadra, sobre lo que en mi mundo era la avenida Dorrego (ahora rue Fleuve), cerca de una bonita fuente, encontré un diariero. Relojeé los titulares de los "journal du matin" a la venta. Finalmente tomé coraje y en mi horrible francés le pregunté donde podía encontrar una librairie.
"Touriste espagnol, eh?" me contestó y me hizo unas señas que interpreté como "A dos cuadras, de la vereda de enfrente." Efectivamente. Un pequeño y coqueto negocio, atendido por una señora bajita muy simpática, que me atendió amablemente. Le expliqué que buscaba un manual de Historia. Se subió a un taburete, tomó un libro marrón y me lo alcanzó. Rapidamente hojeé el índice y encontré algunos cuantos datos claves. Agradecí a la librera su atención, quién se contrarió grandemente, no solo porque no compré nada, sinó también por haberle arrancado algunas hojas al libro, y volví al punto de entrada/salida.
Un par de consultas en la bendita internet y listo.Resulta que en 1660, llegó a estas playas un tal Barthélemy de Massiac. Por una serie de circunstancias que no viene al caso contar, debió permanecer unos años en esa aldea infecta que era el Buenos Ayres de entonces. A su regreso escribió —junto con su hermano Pedro— una memoria con datos sobre los pobladores, la ganadería, el movimiento económico y particularidades geográficas, titulada "Memoire touchant l'establissement d'une colonie à Buenos Ayres ou sur la rive oposee du Rio de La Plata". En 1669 se la envió a Colbert, ministro del rey Luis XIV.
La idea era lisa y llanamente, la conquista del Río de la Plata. El proyecto no prosperó ... en este mundo. En el universo alterno, se llevó a cabo en 1693.
Franceses y españoles lucharon en ambas orillas del Plata. Finalmente, cuando estalló la Guerra de Secesión española, los enemigos pasaron a ser aliados. Se llegó a un arreglo por el cual los franceses conservarían el territorio comprendido entre el Riachuelo y el río Luján, incluida la ciudad, y la costa norte de la Banda Oriental, hasta la isla de Santa Catalina en Brasil.
Por las notas que recogí en el otro-lado, parece que estos asentamientos franceses fueron muy útiles a los españoles para frenar el avance portugués en la zona de Rio Grande y Misiones, además de desempeñar un papel cultural y económico relevante en estas tierras.
Una vez más, fuí a parar donde no quería, y me puse a pensar si sería posible "repetir" un universo.

3° Viaje: ¡Sacré Dieu! (Primera Parte)

La primera vez que crucé (accidentalmente) el portal, me prometí volver.
Y así lo hice en dos ocasiones. La primera encontré un reducido mundo post nuclear, donde la América del Norte y Eurasia a duras penas sobrevivían y una América Latina donde imperaba el Justicialismo. Como me quedaron una bocha de interrogantes, me propuso "viajar" otra vez y "evacuarlos". Para mi sorpresa, fuí a parar a una Tierra desierta, sin huellas de presencia humana. Al menos así era hasta donde alcanzaba la vista.
No me rindo facílmente. Así que una horrible mañana de otoño, me lancé a la aventura.
Lo primero que noté al cruzar fue que la garúa había dejado lugar a una luminosa mañana. Lo tomé como un buen augurio. Pero el optimismo me duró poco, ya verán por que.
Con pequeños cambios, el edificio de la ex terminal de ómnibus seguía en pie, bien conservado.
Un bonito parque ocupaba el resto de la manzana. Evidentemente, no estaba en ninguno de los
universos anteriormente visitados. Luego descubrí una leyenda grabada en el frente del edificio:
École de Haut Étude Saint Denis.
Bueno, bueno, esto no me lo esperaba. Recién en ese momento reparé en un negro poste de metal puesto en la esquina, detrás mío. Según los letreros sostenidos por el poste, la calle
Nicaragua era ahora la rue Flammèche y Arévalo se había convertido en rue Manchot.
¡Sacré bleu! fue lo primero que pensé. Miré hacia la esquina sudoeste, la panadería se había convertido en "boulangerie" y la casa de antigüedades en "antiquités".
¿Que había pasado? ¿Hizo Francia en este universo lo que España en el mío? ¿Habría triunfado
Napoleón? ¿Como averiguarlo? ...continuará...

El Ungido

Cuentan los sagrados textos golicianos, en el "Libro de los Dimes y Diretes", que estando Uter (cuando aún no era) el Ungido, muy necesitado de compañía encaramose a las ramas de un frondoso Ñandubatay, y desde allí rogole al Dador de los Bienes el envío de una compañera. Pero el Gran Sebas (Oh, Infante Perenne) no oyó sus súplicas, pues se hallaba recorriendo el gran río celestial junto a Osiris a bordo del Kobayashi Maru.
(Disgustado) por el ignoramiento, Uter (cuando aún no era) el Ungido, comenzó a tener amancebamiento con un bovino hembra sancoriano, sin percatarse que un macho (Gran Campeón) lo vigilaba, oculto en el follaje. Así fue (como se convirtió en el) Ungido. Mostro 3.3

Moraleja

En una ocasión, Lal, la doncella artificial, vió a unos pescadores tironeando de una red. Al cabo de infinitos esfuerzos, sacaron a la orilla un enorme pez, con una cabeza de mono, otra de perro, otra de caballo, otra de trill, otra de cerdo, otra de tigre, y así hasta el número cien.
Lal (Hija de Data) le preguntó
- ¿Tu eres Orión?
- Soy Orión, respondieron las Cien Cabezas antes de morir. Lal (La del cerebro mecánico) explicó a sus colisteros que en una encarnación anterior, Orión era un webmaster que se había hecho monje goliciano y que a todos había superado en la inteligencia de los textos sagrados. A veces, los compañeros se equivocaban y Orión les decía "cabeza de mono", "cabeza de perro", etcétera. Cuando murió, el karma de esos insultos acumulados hízolo renacer como monstruo multicabezado, agobiado por todas las cabezas con que había burlado a sus compañeros. Mostro 3.1

El Ubicuo

Cuenta la leyenda, que un cardassiano, Gul Deg (el andariego), cansado de pernoctar en mugrosos muelles, de convivir con cosmonautas nausicanos y comerciantes ferenguis, pero sobre todo del celibato, rogole a Especie 8472, que le cediera a una de sus 16.944 mujeres a cambio de 2 barras de lathinium. El susodicho Especie 8472 (el ubicuo) consintió con estas palabras: “Llévate a la que encuentres desocupada.
El necesitado Gul Deg (el andariego) recorrió las 16.944 habitaciones; en cada una la mujer yacía con su señor Especie 8472. Este, gracias al poder de la goliciana se había desdoblado 16.944 veces. Mostro 3.2

De la Implementancia de la Goliciana

Cuentan las Sagradas Escrituras Golicianas que el Gran Sebas (1000 veces maldito sea su nombre), el segundo día del mes de la Afasia, escribió a Fútil, rey de Anorexia y a Estupor, autarca de Bulimia, y les ordenó “Proveeréis a vuestros súbditos de la Goliciana, y vuestros súbditos la comerán y se regocijarán y podréis aumentarles el impuesto al Pituto, y ellos lo pagarán y vosotros os regocijareis, y de ese impuesto un diego irá parar a mis arcas celestiales, y Yo me regocijaré grandemente.” Y así fue hecho y todos se regocijaron, especialmente las 20.745 queridas del harem del Gran Sebas (fructífero como la primavera y terrible como el guiso de lentejas con panceta). Mostro 3.0

No soy de acá.

Estoy solo. Camino por las calles de esta ciudad alienígena, bajo la llovizna, entre los nativos.
En realidad es una suerte que llueva, porque me permite usar mi impermeable, lo cual evita que mis ropas se vean. Así paso desapercibido. La ropa es lo único por lo cual me distingo de los nativos. Habría que hacer un análisis genético y ver cuan iguales somos en realidad.

Descendimos en un descampado de las afueras, pero algo pasó y el transporte volvió a Madre sin mí. Buen momento para venir a enterarme que mi conexión no funcionaba correctamente.
No se bien como explicarlo, pero los nativos tienen posibilidades de vida muy diferentes. Dramáticamente diferentes. Algunos mueren de hambre o enfermedades facilmente evitables, pasan privaciones y otro disponen de satifacción ilimitada.

Por lo que observamos desde órbita, será fácil conquistarlos. ¡Como se que se están matando entre ellos! Aunque parezca mentira, terminan con la vida de otros. Es más, se realizan operaciones organizadas de grupos de individuos contra otros grupos. Tal vez la esclavitud que les brindaremos les resulte más llevadera que su estilo de vida actual.

Uno de ellos se me acerca.
-Disculpe, ¿la parada del 141?
-Lo siento, no soy de acá.

Bautismo de fuego

"Uno...dos...tres..."
Amílcar Mao Sarlanga iba contando los destellos que veía entre las estrellas sobre el fondo de la negrura del espacio.
Cada destello representaba una nave destruida, amiga o enemiga.
Por supuesto que en el puente de la nave no contaban destellos, sino que usaban una pantalla táctica. Marcas verdes representaban a las naves propias y rojas a las enemigas. Cuanda una nave era destruida, la marca titilaba unos instantes y desaparecía.
"...cuatro...cinco...seis..."

Era su primera batalla y las rodillas le temblaban y mariposas revoleteaban en su estómago. Pero así y todo no descuidaba su función, que consistía en mantener estable el nivel de energía de los cañones de estribor. Los cañones no producían ningún sonido, pero creaban una vibración pavorosa.
"...siete...ocho...nueve..."

Servía a bordo de la AST* Belladona, que junto a la Mandrágora y la Peyote, formaban la XVI Escuadrilla Mezcal. La tarea asignada de la XVI era cubrir el flanco en el ataque al segundo planeta de la estrella
Alula Australis, base avanzada de los "Otros". Estaban a 27,3 años luz del Sol; nunca nadie se había alejado tanto de casa.
"Diez..once... ... "
Durante unos instantes contuvo la respiración. Los cañones dejaron de disparar y debía ahora cortar el flujo energético para evitar el recalentamiento de los sereneiders. A pesar del alto nivel que habían alcanzado los ordenadores neurales, esta tarea se le seguía confiando a los humanos. Era como patinar en el hielo. ¿Como explicar cada giro, cada movimiento, cada inclinación?
"¡BIIIIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEENNNN!"
Un rugido se apoderó de la nave y trescientas treinta voces se alzaron. La batalla había concluido y la victoria estaba asegurada.
Amílcar Mao Sarlanga se secó las gotas de sudor que corrían por su frente y suspiró. Había sobrevivido a su debut.


* Armada Sideral Terrestre

Noche de otoño

3:15 AM
Húmedad del 99% que me cala hasta los huesos.
Camino sigiloso pegado a las fachadas, fijandome donde piso.
Las nubes cargadas impiden ver la luna, con cuya luz contaba para paliar la oscuridad.
Sin previo aviso, surge de un portal un gato. Me pongo en guardia.
Más asustado que yo, me dedica un lastimoso "maeuuu" y se pierde entre los autos estacionados.
Exhalo, me relajo y sigo. Más allá un barrendero junta unas hojas amarronadas.
¿Barrendero?
FIZZZZZZZZZZZ
¿Como no me dí cuenta? Me distraje por el puto gato.
Mientras caigo de espaldas, las nubes se abren un poco y alcanzo a ver una estrella, quizás Procyon.


-¡Que buen agujero! ¡Se puede ver para el otro lado!
-Me encantan estos humanos, como huelen sus carnes cuando los laserás.
-¡Que buen truco lo del gato!
-No, en eso no tuve nada que ver, salió de casualidad.
-¿Jugamos otro?
-Bueno, pero vayamos ahora del lado diurno del planeta, ¿dale?
-Dale.