Hace un mes, unas camionetas con altavoces comenzaron a circular por L´Aquila pidiendo a sus habitantes que evacuaran sus casas, después de que el sismólogo Gioacchino Giuliani predijera que se iba a producir un gran terremoto, desatando la ira del alcalde.
Giuliani, que basó sus pronósticos en las concentraciones de gas radón en zonas sísmicamente activas, fue denunciado a la policía por "extender la alarma" y se vio obligado a quitar sus conclusiones de Internet.