De como se evitó una invasión extraterrestre y de paso se inició una era de paz y bienestar para toda la Humanidad.

(voz en off)¡Hola amigos! Esto es Noticias a las 9, desde los estudios de la CSHP. Con ustedes su anfitrión, Edward Othoniel Melgarejo.
-Muy buenas noches, soy Edward Othoniel Melgarejo, en vivo y en directo desde Caracas, para todo el Sistema Solar. Me acompaña la bella Presbicia Del Carril, ¿Como estás tu, Presbicia?
-Muy bien Edward, ¿y vos?
-Fantásticamente. ¿Cual es el reportaje que sorprenderá a nuestros videantes la noche de hoy?
-Bien Edward, supongo que recordarás que hoy se cumplen 100 años del Primer Contacto.
-Por supuesto.
-¿Y quién mejor para contarnos que pasó, que el protagonista de esa historia que cambió a la Humanidad para siempre?
-¿Te estás refiriendo a ...?
-¡Siii, Don Nicolás Deniiiiis! ¡Fuerte ese aplausoooo!
-Bienvenido señor Denis a nuestros estudios.
(hace su aparición un adolescente de unos 17 años, luciendo una cresta punk, jeans rotosos y borceguíes)
-Gracias a ambos y a todos los compañeros que nos están videando.
-Don Nicolás, veo que ha elegido verse tal cual se veía hace 100 años.
-Efectivamente, Presbicia. El cambio de apariencia fue uno de los dones que me otorgaron los pinchestuntabelemgos (o pinches, a secas).
-¿Podría relatarnos y a nuestra audiencia lo acontecido en esa magna fecha?
-Con mucho gusto, Edward. (acá la imagen se difumina y comienzan a aparecer imágenes del siglo XXI, manifestaciones, hambrunas, guerras, disturbios y miseria)
-Durante Junio del 2006,...
-Mientras se jugaba el campeonato mundial de futbol en Alemania, no es así?(imágenes del Mundial 2006)
-Exacto. Yo estaba en un parque cerca de mi casa...
-El Parque del 1° Encuentro, antiguamente llamado Parque Centenario, bonito lugar de Buenos Aires.
-...estaba con mi entonces novia...
-Nuestro querida Compañera Melissa...(imágenes de Melissa)
-Como decía, estaba en un parque con Melissa, charlando y tomando una birra...
-Birra era el término utilizado coloquialmente para designar a una botella de cerveza.
-Mirá Edward, si me volvés a interrumpir, te pego una patada en el orto con los borcegos.
-je...disculpe.
-Entre el frío y el Mundial, muy poca era la gente que circulaba por las calles, y menos aún la que estaba en el parque. En eso vemos un luminosidad azulada que baja del cielo. La luz comenzó a tomar la forma de una cara humana. Y luego nos habló:"Saludos terrestres, somos los pinchestuntabelemgos y venimos en paz."
Imaginate, nosotros duros como rulos de estatua. Melissa, que fué siempre una chica locuaz (acá el Primer Ciudadano hace un gesto cómplice al público y se escuchan risas), los saludó con un "Hola chabones del espacio" (más risas).
Los pinches comenzaron a sondear nuestras mentes en busca de respuestas a sus preguntas no formuladas sobre la Tierra, la Humanidad, cultura, economía, etc...
En eso estabamos cuando los antiguos yankis le tiran a la nave pinche en órbita un misilaso. Si bien no le hizo ni mu, se calentaron.
Nosotros percibiamos todo lo que pasaba, por el feedback entre luz azul y nuestras mentes.
Los pinches, te decía, se calentaron y pulverizaron a algunos yankis. La mayoría de la gente estaba muy boludizada con el futbol y no se calentó demasiado. En realidad, casi todos le teníamos ojeriza a U.S.A. en esa época y mucho no lo sentimos, la verdad.
No conformes con eso, los pinches desactivaron todas las otras armas nucleares que encontraron en el mundo.
Estaban indecisos entre arrasar el planeta entero o solo a los humanos.
Y acá viene lo bueno. ¡Resulta que mis ideas anarquistas y libertarias, de autogestión, solidaridad, en fin, las bases de nuestra cultura hoy día, eran las que regían el mundo pinchestuntabelemgo!
Así que nos ayudaron a concientizar a la gente. Los garcas explotadores de entonces, se pegaron tal cagazo que ni abrieron la boca.
Y bueno, acá estamos, 100 años después. (se escuchan aplausos y vítores)
-Gracias Don Nicolás por este maravilloso relato, que nos ha emocionado a todos (Presbicia y Edward se secan las lágrimas). Y ahora adelante tu, Yuri Fernandez desde el Obelisco con imágenes de los festejos.
FIN

Propuesta

El embajador Ceafi Koer CaMer, de la Amalgama Cooperativa Estelar, hizo unos ruidos con su nariz de tapir y dijo con su voz de castratti, la cual contrastaba con sus dos metros veinte de altura.
- No sstros himos... Tosió un par de veces y recomenzó, ante la mirada atónita y expectante de los representantes de la ONU.
- Nosotros hemos estado observándolos desde la primera emisión de radio, hace casi 100 de sus años.
- Que inesperado, dijo el representante español.
- Che inaspettato, dijo el embajador de Italia.
- What unexpected, dijo John Jackson, de EE.UU.
- Quoi inattendu, afirmó a su vez el gordito francés.
- Was unerwartet, no se quedó atrás el rubicundo alemán.
- Chin kung chan go jo pen, asintió el pequeño chino.
El embajador Ceafi Koer CaMer y sus 2 compañeros parecían tapires barbudos. Una semana atrás una nave de la Amalgama Cooperativa Estelar, con forma de bidet se puso en órbita terrestre y entró en contacto con la humanidad. Se arregló una reunión y la nave descendió en algún lugar de la Patagonia.
- ¿Y con que objeto? espetó a boca de jarro el enviado argentino, mirando al embajador de arriba a abajo, con gesto desafiante.
- Su cultura nos parece... fascinante.
Los terrestres sentados ante la mesa de reuniones se hincharon de orgullo.
- Nunca, en nuestros viajes, hemos encontrado una civilización con semejante nivel técnico, pero a la vez tan bárbara y salvaje. Nunca habíamos encontrado una raza inteligente que se matara a si misma.
Los terrestres sentados ante la mesa de reuniones se sonrojaron y bajaron la vista, avergonzados.
- Sin embargo, tenemos una propuesta que hacerles.
- ¿Una propuesta? ¡Maravilloso!, exclamó el embajador español.
- ¿Una proposta? ¡Meraviglioso!, se emocionó el italiano.
- A proposal? Wonderful!, se entusiasmó el yanki.
- ¿Un proposition? ¡Merveilleux!, aplaudió el francés.
- ¿Ein Vorschlag? ¡Wunderbar!, expresó el germano.
- ¿Jo fung? ¡Cheking fu!, se alegró el chino.
- ¿Y que clase de propuesta? preguntó el enviado argentino, que para ser el anfitrión, se mostraba bastante desconfiado.
- La Amalgama Cooperativa Estelar está siendo agredida por los...
Tardó un poco el embajador Ceafi Koer CaMer en encontrar la palabra justa.
- ... piratas de las Nebulosas Exteriores. Necesitamos introducir elementos agresivos para solucionar el problema. Pensamos en ustedes. Nos llevaremos a todos sus violentos. A todos.

Un viaje en subte

Me subo al subte en Malabia y milagrosamente, consigo un asiento. Debe ser como dice Antonio el electricista nomás, eso de "visualizar" un asiento y el asiento aparece.Me siento entre una señora sesentona gorda, con el pelo color kerosen y un oficinista que lee una revista de ai-ti-bisnes. Enfrente hay una señorita rubia que duerme con la boca abierta y un pibe (con aspecto de cadete) de pelo grasoso.
Cierro los ojos para descansar un poco la vista. Esa es la excusa oficial; en realidad me hago el dormido para no dejar el asiento que supimos conseguir a ninguna embarazada o anciana que eventualmente pudiera o pudiese subir.
Siento que me tocan. Es la señora de pelo color kerosen que me habla. Debe ser extranjera, danesa, sueca o lituana, que se yo. Trato de hacerme entender en inglés pero no hay caso. La tipa menea la cabeza y se levanta. Miro a mi alrededor y veo que todos se bajan, incluso la rubia que dormía y el pibe (con aspecto de cadete) de pelo grasoso.
Pienso que llegamos a L.N. Alem, cabecera de la línea B, pero no reconozco la estación. Me fijo en los carteles y para mi horror, están escritos en una grafía desconocida."Calma Dieguito, estás soñando" me digo.
Sigo a la multitud que emerge a la superficie y desemboco en una ciudad extraña, de una arquitectura lovercraftiana. Escucho conversaciones en la misma lengua dura y cortante en la cual la sesentona me habló.
Mi desconcierto va en aumento, pero alcanzo a imponer mi lado racional. "Si pasé a otra dimensión viajando en subte, debería volver a mi "propio lado" de la misma forma".
Así que me meto en la extraña estación, busco lo que parece ser una boletería y me acerco a la ventanilla. Sonrío a la boletera, le hago "uno" con el índice y le paso un billete de 2 pesos. La tipa lo mira, dice algo y me lo devuelve. Me quedo paralizado, la gente de atrás refunfuña y la boletera le hace una seña a un guardia. Cuando el tipo se me acerca, retrocedo y cuando intenta tomarme por el brazo, le pateo las bolas.
Y comienzo a correr. Y salgo a la calle y sigo corriendo...
Hace cuatro horas que estoy dando vueltas por esta metrópolis de pesadilla, esquivando a sus raros autos de 3 ruedas.
Finalmente encontré otra estación de subte. La estoy vigilando. En cuanto el guardia se descuide, me meto.