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Rusia regresa a su peor pesadilla

Rusia va a intentar cumplir un sueño nacido en la Unión Soviética: viajar con éxito a Fobos, la luna de Marte. La nave destinada a cumplirlo, Fobos-Grunt, que se lanza hoy, hará en realidad el más difícil todavía: posarse sobre Fobos, a más de 200 millones de kilómetros, y regresar a la Tierra con un puñado de tierra del satélite. Es una misión que ningún otro país ha logrado nunca y que muchos expertos miran con escepticismo.

El cohete Zenit en el que viaja la sonda tiene previsto su despegue desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) a las 21.16 de la noche GMT. Si hay algún problema, los rusos podrán lanzar la misión hasta el próximo 25 de noviembre. A bordo del cohete también viaja el Yinghuo 1, que será la primera nave china que orbite Marte y tome mediciones sobre su atmósfera. 

Nota completa

Marte sobre ruedas: nueva aventura científica lista para despegar

La exploración rodada de Marte está a punto de dar un importante paso adelante, esta vez con un vehículo todoterreno que es ya todo un laboratorio. Se llama Curiosity, uno de sus objetivos es intentar determinar si alguna vez hubo vida en ese planeta y su lanzamiento está fijado para el 25 de este mes desde la base espacial de Florida (EE UU). Si todo va como está previsto, el Curiosity llegará a su destino el próximo mes de agosto. No menos importante que la ambición científica de la misión son las novedades técnicas del vehículo, alimentado esta vez por un pequeño generador de radioisótopos, en lugar de los paneles solares de sus predecesores en las arenas rojas marcianas, el Pathfinder (1997) y los gemelos Spirit y Opportunity (llegaron en 2004). La NASA no enviaba una misión a Marte desde la Phoenix, que llegó en 2008.

Rusia gastará US$ 161 millones en misión a Marte

“Si repartimos este gasto entre toda la población rusa resulta que cada ciudadano ruso debería pagar 3 rublos (10 centavos de dólar) al año durante una década. No es mucho”, aseguró Víctor Jartov, diseñador jefe de la Asociación de Producción Científica Lávochkin, según las agencias rusas. Si el proyecto hubiera sido elaborado por la Agencia Espacial Europea o la NASA, costaría 300-400 millones de euros, apuntó Lev Zeleni, director del Instituto de Estudios Espaciales de Rusia.

Jartov dijo a su vez que alrededor de diez mil personas han participado en el proyecto, mientras que más de una treintena se ocuparán de tripularla tras el lanzamiento desde controles terrestres. Todos los módulos de la estación son nuevos y nunca han sido utilizados antes, precisó el diseñador jefe.

Uno de los módulos de la nave rusa aterrizaría en Fobos, la luna marciana, que, según algunos científicos, fue un asteroide capturado por la fuerza de gravedad de Marte. El diseñador jefe del proyecto, Maxim Martínov, recordó que el vuelo de la nave espacial cuyo peso es de 13,5 toneladas hacia Marte durará 11 meses y el regreso a la Tierra de 9 a 11 meses.

Mientras, en la luna marciana quedaría funcionando durante largo tiempo una estación automática que investigaría el espacio colindante y el clima del planeta.

El proyecto “Fobos-Grunt” permitirá ensayar las principales tecnologías de las futuras expediciones a Marte, como la toma de pruebas de terreno en condiciones de ingravidez y, sobre todo, la operación de aterrizaje. Además, las muestras que tome deberían servir para comprender cómo se formaron los planetas del sistema solar.

Recientemente, Roscosmos y la Agencia Espacial Europea firmaron un acuerdo para emplear los centros europeos de seguimiento con el fin de guiar a la Fobos-Grunt.

Cráter de Marte contiene sedimentos de un gran lago acuoso

La Agencia Espacial Europea (ESA), informa que se encontraron sedimentos oscuros depositados en el delta de un cráter de Marte, y que son considerados como evidencias de que alguna vez, en ese lugar, hubo un lago gigante, como parte de un pasado acuoso del planeta rojo; las imágenes fueron obtenidas por el satélite Mars Expres.

Situado en las tierras altas del sur de Marte, el delta fue descubierto en el cráter Eberswalde; tiene 65 kilómetros (40millas), de diámetro y es de forma semi-circular. Se cree que este cráter  se formó cuando un asteroide chocó contra la superficie de Marte hace más de 3,7 millones de años.

El delta se extiende por una región que abarca 115 kilómetros cuadrados de superficie, y se puede apreciar que tiene canales de alimentación cerca de la cima del cráter, los cuales habrían llenado el lago.

El satélite Mars ha estado asistiendo a la NASA para decidir sobre el mejor sitio de aterrizaje para una nueva generación de rover -tipo de robot, que se quiere enviar a Marte; un novedad que se lanzará a finales de este año, para que pueda llegar a mediados de 2012.
El cráter Eberswalde ha sido uno de los cuatro destinos, preseleccionados junto con el cráter Holden, ya que ambos tienen características que sugieren la existencia de que en alguna era hubo agua líquida y un medioambiente habitable.                                                                                                                      
Por otro lado, el cráter  Gale  fue elegido como lugar de aterrizaje, por la misión 'Mars Science Laboratoryì (Laboratorio de Ciencia de Marte), debido a su alto contenido en minerales y su diversidad estructural asociada al agua.

El Laboratorio de Cincia de Marte, es un programa de exploración del planeta que incluye un programa a largo plazo para la exploración robótica. El rover, es capaz de evaluar la habitabilidad del planeta rojo, es decir, si fue o es un medio capaz de soportar vida microbiana.

Fragmento - Los Pueblos Silenciosos - Diciembre de 2005

A orillas del seco mar marciano se alzaba un pequeño pueblo blanco, silencioso y desierto. No había nadie en las calles. Unas luces solitarias brillaban todo el día en los edificios. Las puertas de las tiendas estaban abiertas de par en par, como si la gente hubiera salido rápidamente sin cerrar con llave. Las evistas traídas de la Tierra hacía ya un mes en el cohete plateado, aleteaban al viento, intactas, ennegreciéndose en los estantes de alambre frente a las droguerías.
El pueblo estaba muerto; las camas vacías y heladas. Sólo se oía el zumbido de las líneas eléctricas y de las dinamos automáticas, todavía vivas. El agua desbordaba en bañeras olvidadas, corría por habitaciones y porches, y nutría las flores descuidadas de los jardines. En los teatros a oscuras, las gomas de mascar que aún conservaban las marcas de los dientes se endurecían debajo de los asientos.
Más allá del pueblo había una pista de cohetes. Allí donde la última nave se había elevado entre llamaradas hacia la Tierra, se podía respirar aún el olor penetrante del suelo calcinado. Si se ponía una moneda en el telescopio y se apuntaba hacia el cielo,
quizá pudieran verse las peripecias de la guerra terrestre. Quizá pudiera verse cómo estallaba Nueva York. Quizá pudiera verse la ciudad de Londres, cubierta por una nueva especie de niebla. Quizá pudiera comprenderse, entonces, por qué habían abandonado
este pueblecito marciano. La evacuación, ¿había sido muy rápida? Bastaba entrar en una tienda cualquiera y apretar la tecla de la caja registradora. Los cajones asomaban tintineando con monedas brillantes. La guerra terrestre era sin duda algo terrible...
Por las desiertas avenidas del pueblo, silbando suavemente y empujando a puntapiés, con profunda atención, una lata vacía, avanzó un hombre alto y flaco. Los ojos le brillaban con una mirada oscura, mansa y solitaria. Movía las manos huesudas dentro de los bolsillos, repletos de monedas nuevas. De vez en cuando tiraba alguna al suelo, riendo entre dientes, y seguía caminando, regando todo con monedas brillantes.
Se llamaba Walter Gripp. En las lejanas colinas azules tenía un lavadero de oro y una cabaña, y cada dos semanas bajaba al pueblo y buscaba una mujer callada e inteligente con quien pudiera casarse. Durante varios años había vuelto a la cabaña decepcionado y solo. ¡Y la semana anterior había encontrado el pueblo en este estado!
Se había sorprendido tanto que había entrado rápidamente en una
tienda de comestibles y había pedido un sándwich triple de carne.
- ¡Voy! - gritó con una servilleta en un brazo.
Se movió con rapidez, sacando de algún sitio unos embutidos y unas rodajas de pan de la víspera, quitó el polvo de una mesa, se invitó a sí mismo a sentarse, y comió hasta que tuvo que buscar una droguería donde pidió bicarbonato. El droguero, el propio Walter Gripp, se lo sirvió en seguida, con una cortesía asombrosa.
Luego se metió en los jeans todo el dinero que pudo encontrar, cargó un cochecito de niño con billetes de diez dólares y se fue traqueteando por las calles del pueblo. Al llegar a los suburbios comprendió que estaba haciendo tonterías. No necesitaba dinero. Llevó los billetes de diez dólares a donde los había encontrado, sacó un dólar de su propia billetera - el precio de los sándwiches - lo metió en la caja registradora, añadiendo como propina una moneda de veintiocho centavos.
Aquella noche disfrutó de un baño turco caliente, un sabroso bistec adornado de setas delicadas, un jerez seco importado, y fresas con vino. Luego se puso un traje de franela azul y un sombrero de fieltro que se le balanceaba de un modo extraño en la cima de la afilada cabeza. Metió una moneda en un fonógrafo automático, que tocó Aquella mi vieja pandilla, y echó otras veinte monedas en otros veinte fonógrafos del pueblo. Las calles
solitarias y la noche se llenaron de la música triste de Aquella mi vieja pandilla, mientras alto, delgado y solo, Walter Gripp se paseaba con las manos frías en los bolsillos acompañado por el leve crujido de un par de zapatos nuevos.
Pero todo esto había ocurrido la semana anterior. Ahora dormía en una cómoda casa de la avenida Marte, se levantaba a las nueve, se bañaba y recorría perezosamente el pueblo en busca de unos huevos con jamón. Todas las mañanas congelaba una tonelada de carne, verduras y tartas de crema de limón; cantidad suficiente para diez años, hasta que los cohetes volvieran de la Tierra, si volvían.
Ahora, esta noche, se paseaba arriba y abajo mirando las hermosas y sonrosadas mujeres de cera de los coloridos escaparates. Por primera vez comprendió qué muerto estaba el pueblo. Se sirvió un vaso de cerveza y sollozó en voz baja.
- Bueno - dijo -, estoy realmente solo.
CRONICAS MARCIANAS, Ray Bradbury

¡Vacaciones en Marte!

¿Vacaciones en Marte a corto plazo? Así lo asegura el CEO de la compañía privada aeroespacial SpaceX en una reciente entrevista con The Wall Street Journal indicando que si se cumplen las previsiones de la compañía “y todo va bien” un humano pisará Marte en diez años (esto ya lo escuché antes).

Una compañía fundada en 2002 por Musk que crece a pasos agigantados gracias al patrimonio de su fundador y a golpe de talonario de la NASA aumentado contratos tras el próximo desmantelamiento del programa de transbordadores espaciales que externalizará servicios hacia compañías como SpaceX.
Compañía que desarrolla sistemas de lanzamiento como el Falcon I para poner en órbita satélites de tamaño mediano o el Falcon Heavy, el cohete más poderoso del mundo capaz de poner en órbita cualquier tipo de satélites o naves espaciales de hasta 53.000 toneladas, el doble de peso de los propios transbordadores espaciales Shuttle de la NASA.
Este Falcon Heavy efectuará su primer vuelo de demostración a finales de 2012 y además de los vuelos de carga a la Estación Espacial Internacional u otros, será el encargado de llevar al espacio la cápsula Dragon. Un modelo ya probado con éxito en una misión no-tripulada con el que SpaceX entrará en la industria del vuelo comercial tripulado poniendo a un hombre en el espacio en los próximos tres años.
Más allá y sobre la base tecnológica adquirida, el ambicioso Musk asegura que su empresa tendrá capacidad para poner un hombre en Marte “en diez años en el mejor de los casos… en el peor de los casos será en 15 o 20 años”, estima. Una vueltecita por el planeta rojo, todo un sueño del ser humano que se verá cumplido aunque no sabemos si en los plazos que marca el atrevido CEO de SpaceX.

El misterio de la nave soviética destruida por extraterrestres

La sonda soviética Fobos 2 había sido enviada a finales de los ´80 al planeta rojo para estudiar una de las dos lunas que lo orbitan. Fotografió lo que parecía ser una ciudad alienígena y antes de desaparecer misteriosamente captó un desconocido y gigantesco objeto espacial de 20 Km. de largo.

Fue una nave soviética la encargada de descubrir alguno de los secretos marcianos y de estudiar sus misteriosas lunas, Fobos y Deimos (Miedo y Terror, en griego).

Secretos que ojos humanos jamás vieron o que tal vez jamás tendrían que haber visto.

La Fobos 2, era la segunda sonda enviada por la Unión Soviética a Marte y llevaba el nombre de una de sus lunas, y que tras el fracaso de la Fobos 1, desapareció en septiembre de 1989 sin dejar rastros.

Tras la pérdida de la sonda, algunas personas aseguraron que ésta había alcanzado a transmitir datos que podrían indicar la presencia de una civilización extraterrestre. Sin embargo, la mayor parte de la comunidad científica consideró estas especulaciones carentes de fundamento y no hallaron en los datos de la misión, anomalías que sugieran presencia alienígena.

Pero los defensores de la existencia de pruebas extraterrestres en los datos de la Fobos 2 aseguran que en Marte ya se han encontrado evidencias de presencia alienígena. Según ellos la cara de Marte sería una de esas pruebas, así como las ruinas de una ciudad en la región de Cydonia Mensae.

Después dicen que estoy loco

El último misterio ha surgido en torno a Marte, donde David Martines, un astrónomo aficionado, asegura haber descubierto gracias a Google Mars un edificio de color blanco y franjas rojas, y de más de 210 metros de largo por 45 metros de ancho que, según él, se correspondería, nada más y nada menos, con una estación de energía creada por el hombre o por una civilización alienígena. Incluso ya la ha bautizado: 'Bio estación alfa'.

Martines, que ha intentado de forma infructuosa ponerse en contacto con la Nasa para informarle del hallazgo, considera que "podría ser una estación de carga de energía, podría ser un contenedor biológico o solamente un garaje glorificado". "Espero que no sea un arma. Quien lo puso allí tenía un propósito, estoy seguro. No puedo imaginar por qué alguien querría vivir en Marte, pero podría ser una estación de paso para los viajeros espaciales", concluye.

La respuesta de diversos expertos al descubrimiento de 'Bio estación alfa' no se ha hecho esperar. Aseguran que la figura que se aprecia no es más que un defecto de la herramienta Google Mars y que una imagen de mayor resolución demostrará que en el lugar no hay nada más que arena y piedras marcianas. Sin embargo, este nuevo hallazgo ha dado alas a los defensores de que la vida en la Tierra tuvo su origen en un meteorito venido de Marte, donde habría existido una civilización hace millones de años.

EE UU y Rusia planean para ir a Marte un transbordador atómico

Rusia y Estados Unidos trabajarán conjuntamente en la construcción de un nuevo transbordador espacial propulsado con energía atómica. Sería imprescindible en vuelos de larga duración a la Luna, Marte u otros planetas. Así lo acaba de anunciar el director de la agencia espacial rusa (Roskosmos), Anatoli Perminov, en el cosmódromo kazajo de Baikonur.
«Un vuelo a Marte con los actuales propulsores requeriría demasiado tiempo», afirmó Perminov. Según sus palabras, en el proyecto participarán, no sólo Rusia y EEUU, sino también «países dotados de un alto nivel tecnológico en el desarrollo de reactores» tales como Alemania, China, Francia y Japón. El máximo responsable de Roskosmos no incluyó a España, pese a estar también entre los países punteros en el sector nuclear.
El calendario elaborado inicialmente prevé que el diseño de la turbina espacial atómica esté concluido en 2012 y que la primera nave salga de la factoría en 2019. El proyecto tendrá un coste aproximado de 17.000 millones de rublos (unos 425 millones de euros).
Las conversaciones para negociar todos los aspectos entre Roskosmos y la NASA comenzarán el próximo 15 de abril. La agencia espacial estadounidense ha propuesto además que este año se celebre en Moscú una gran conferencia sobre la utilización de la energía nuclear en el espacio.
En la década de los 60, Mstislav Kéldish, Ígor Kurchátov y Serguéi Koroliov ya desarrollaron un programa para la utilización de la energía atómica en el cosmos. Se construyeron satélites espías para localizar submarinos con pequeños motores nucleares de baja potencia. Tenían una autonomía de un año nada más y se decidió después prohibir su utilización por razones de seguridad.
Esta vez, subrayó Perminov, «se trata de crear propulsores mucho más potentes, capaces de recorrer grandes distancias». El director de Roskosmos lanzó la idea en octubre de 2009 argumentando que la exploración de Marte y la instalación de una base permanente en la Luna no podrán realizarse sin el concurso de la energía atómica. Lo primero que habrá que hacer ahora será levantar la prohibición existente sobre el empleo en el espacio de ingenios nucleares.

Misión Marte en Marambio

La misión “Marte en Marambio”, liderada por el investigador espacial argentino Pablo Gabriel de León ya es un éxito. Desde ayer, científicos de la NASA, acompañados de técnicos e investigadores de Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica (INMAE) y de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), llevan adelante dicha misión en el territorio antártico argentino.

Por primera vez, un traje espacial llegará a la Antártida; se trata del NDX-1, diseñado por Pablo de León, Investigador Principal de NASA y Director del Laboratorio de Vuelos Espaciales Tripulados de la Universidad de North Dakota.

“El NDX-1 ha pasado por diferentes pruebas en condiciones de simulación similares a las del planeta rojo; ahora hemos elegido el continente antártico por su ambiente similar al planeta Marte” - explica de León, quien dirige las pruebas.

“La Antártida es uno de los últimos lugares del planeta que han sido minimamente modificados por el hombre. Sumado a esto la temperatura, los vientos y la sequedad de la atmósfera, el continente antártico se convierte en el lugar ideal para realizar este tipo de experimentación”.

Como parte del Programa NASA-ASTEP (Astrobiology, Science and Technology for Exploring Planets) y en misión del Centro Espacial AMES de la NASA, se trabajará para perfeccionar un mecanismo que permita la toma de muestras estériles, reduciendo al mínimo la denominada cross-contamination.

En este sentido, el equipo de científicos se encuentra realizando una serie de pruebas con el traje de exploración planetaria NDX-1; en que ensayarán tareas que los astronautas deberán realizar durante futuras misiones tripuladas al planeta Marte.

De León se encuentra acompañado por Jon Rask, Científico Senior, y la Dra. Margarita Marinova, Científica Planetaria, ambos pertenecientes al Centro Espacial NASA Ames, en California.

Marte es uno de los planetas del sistema solar que posee condiciones similares a la Tierra, de esta manera, las misiones tripuladas tendrán como uno de sus objetivos investigar la posibilidad de vida, la existencia de microorganismos o restos fósiles.

La localización de la Base Vicecomodoro Marambio en el extremo Norte del continente, permite la búsqueda de vestigios de vida, dado que se puede acceder directamente al suelo, obteniendo muestras que han permanecido sin contaminación durante decenas de miles de años.

La Misión Marte en Marambio, es un proyecto que llevó más de un año de preparativos entre la NASA, la Universidad de North Dakota, la Fuerza Aérea Argentina y otros organismos.

Pablo de León es un investigador argentino, radicado en Estados unidos, quien lleva más de 20 años dedicado a la labor espacial. Periódicamente regresa a nuestro país y a través de la Asociación Argentina de Tecnología Espacial -entidad privada, sin fines de lucro- promueve el desarrollo de la ciencia y tecnología; actividades que se desarrollan sin apoyo, ni subsidio de entes gubernamentales. Entre estas actividades se encuentra la organización del Congreso Argentino de Tecnología Espacial, cuya sexta edición se realizará en la provincia de San Luís en mayo de este año.

Concluyen con éxito caminata en Marte

Moscú.- Rusia anunció hoy que culminó con éxito la tercera y última caminata que realizaron dos voluntarios sobre la superficie del Planeta Rojo.
A las 09.59 GMT, los “marsonautas” ruso Alexandr Smoléyevski e ítalo-colombiano Diego Urbina abrieron las escotillas de la “cápsula de descenso” y salieron al módulo que simula la superficie del cuarto planeta del sistema solar.
El suelo marciano fue recreado en las instalaciones del Instituto de Problemas Biomédicos (IPBM) de la Academia de Ciencias de Rusia en Moscú.
Según se informó los “marsonautas” han permanecido aislados del mundo en las instalaciones por 490 días en un proyecto en el que participado la Agencia Espacial Europea (ESA) y la rusa Roscosmos.


Todo listo para la primera caminata espacial en Marte

Todo está listo en el módulo ruso para la primera caminata espacial tras el 'amartizaje' de la nave Mars500 en el planeta rojo. Diego Urbina explica cómo uno de los módulos se desacopló de la nave nodriza para llevar a cabo la misión en Marte.
Asimismo, muestra cómo se llevarán a cabo las tres caminatas especiales previstas. El experimento de la Agencia Espacial Europea (ESA) permanecer en la superficie marciana hasta el 23 de febrero.
Urbina y Smoléevski serán los encargados de realizar la primera caminata por la superficie marciana el 14 de febrero. Ocho días más tarde harán el segundo paseo espacial.

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Mañana llegan los primeros astronautas a Marte!

Un grupo de astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA) realizó el primer viaje tripulado y simulado hacia el planeta Marte.
La experiencia se enmarca en el "programa internacional Mars500", que intenta recaudar información sobre aspectos técnicos y psicológicos de los viajes espaciales de larga duración.
Los viajeros son seis astronautas, tres rusos, dos europeos y un chino que realizan las mismas actividades que si lo estuviesen viajando realmente.
"Su actividad diaria, estructurada en semanas de siete días con dos días de descanso, sigue una programación similar a la de los astronautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional. Las horas de trabajo durante el vuelo se dividen entre tareas de mantenimiento de la nave, experimentos científicos y ejercicio físico", explica ESA.
La nave llegó a la órbita marciana el último martes y espera aterrizar el 12 de febrero, simulando también un recorrido sobre esa superficie.
El 23 de febrero el módulo de aterrizaje despegará de la superficie de Marte, reuniéndose con la nave principal al día siguiente. A partir de ese momento, la tripulación comenzará una nueva fase rutinaria de viaje interplanetario que los traerá de regreso a la Tierra en noviembre de 2011.

Nueva postal desde Phobos, la mayor luna de Marte

La nave de la Agencia Espacial Europea (ESA) Mars Express ha remitido a la Tierra imágenes del sobrevuelo de la luna marciana Phobos realizado el pasado 9 de enero. El paso de la sonda espacial sobre el mayor de los dos satélites de Marte tuvo lugar a una distancia de tan solo 100 kilómetros. Esto ha permitido la obtención de instántaneas de gran detalle de la superficie de este rocoso y amorfo objeto.

La imagen adjunta de Phobos tiene una resolución de 8,2 metros por pixel. Los puntos suspensivos marcan en rojo el punto previsto anteriormente de aterrizaje --y en azul el actual-- de la próxima misión rusa Phobos-Grunt, que investigará sobre el terreno la composición de este cuerpo celeste.


Como la luna terrestre, Phobos siempre muestra la misma cara al planeta rojo, así que gracias a la 'Mars Express' se han podido fotografiar partes de esta luna hasta el momento desconocidas por la comunidad científica.

Los investigadores creen que comparte muchas características con los asteroides de clase 'carbonacea de tipo-C', que sugiere que Phobos pudo formarse a partir de este tipo de cuerpo. Esta misión tiene el objetivo de desentrañar el origen y el proceso de formación del satélite marciano.

El origen de 'Fobos' es un misterio para los expertos. En este sentido, contemplan tres posibles escenarios: que la luna es un asteroide capturado; la segunda es que se formó 'in situ' al mismo tiempo que Marte; y la tercera, que 'Fobos' se formó a partir de restos de escombros de Marte después de que un meteorito chocara contra el planeta rojo.

Vendrán las lluvias suaves

En el living, cantaba el reloj con voz: "tic-tac, las siete, arriba, ¡las siete!" como si temiera que nadie se levantara. Esa mañana la casa estaba vacía.
El reloj continuó con su tic-tac, repitiendo y repitiendo sus sonidos en el vacío. "Las siete y uno, el desayuno, ¡las siete y uno!"
En la cocina, el horno del desayuno dejó escapar un silbido y arrojó de su cálido interior ocho tostadas perfectamente hechas, ocho huevos perfectamente fritos, dieciséis tajadas de panceta, dos cafés y dos vasos de leche fresca.
"Hoy es 4 de agosto de 2026", dijo una segunda voz desde el cielo raso de la cocina, "en la ciudad de Allendale, California". Repitió la fecha tres veces para que todos la recordaran. "Hoy es el cumpleaños del señor Featherstone. Hoy es el aniversario del casamiento de Tilita. Hay que pagar el seguro, y también las cuentas de agua, gas y electricidad".
En algún lugar dentro de las paredes, los transmisores cambiaban, las cintas de memorias se deslizaban bajo los ojos eléctricos.
"Ocho y uno, tictac, ocho y uno, a la escuela, al trabajo, corran, ¡ocho y uno!" Pero no se oyeron portazos, ni las suaves pisadas de las zapatillas sobre las alfombras. Afuera llovía. La caja meteorológica en la puerta de entrada recitó suavemente: "Lluvia, lluvia, gotas, impermeables para hoy..." Y la lluvia caía sobre la casa vacía, despertando ecos.
Afuera, la puerta del garaje se levantó, sonó un timbre y reveló el auto preparado. Después de una larga espera la puerta volvió a bajar.
A las ocho y treinta los huevos estaban secos y las tostadas duras como una piedra. Una pala de aluminio los llevo a la pileta, donde recibieron un chorro de agua caliente y cayeron en una garganta de metal que los digirió y los llevó hasta el distante mar. Los platos sucios cayeron en la lavadora caliente y salieron perfectamente secos.
"Nueve y quince", cantó el reloj, "hora de limpiar".
De los reductos de la pared salieron diminutos ratones robots. Los pequeños animales de la limpieza, de goma y metal, se escurrieron por las habitaciones. Golpeaban contra los sillones, giraban sobre sus soportes sacudiendo las alfombras, absorbiendo suavemente el polvo oculto. Luego, como misteriosos invasores, volvieron a desaparecer en sus reductos. Sus ojos eléctricos rosados se esfumaron. La casa estaba limpia.
"Las diez". Salió el sol después de la lluvia. La casa estaba sola en una ciudad de escombros y cenizas. Era la única casa que había quedado en pie. Durante la noche, la ciudad en ruinas producía un resplandor radiactivo que se veía desde kilómetros de distancia.
"Las diez y quince". Los rociadores del jardín se convirtieron en fuentes doradas, llenando el aire suave de la mañana de ondas brillantes. El agua golpeaba contra los vidrios de las ventanas, corría por la pared del lado oeste, chamuscado, donde la casa se había quemado en forma pareja y había desaparecido la pintura blanca. Todo el lado occidental de la casa estaba negro, excepto en cinco lugares. Allí la silueta pintada de un hombre cortando el césped. Allá, como en una fotografía, una mujer inclinada, recogiendo flores. Un poco más adelante, sus imágenes quemadas en la madera, en un instante titánico, un niñito con las manos alzadas; un poco más arriba, la imagen de una pelota arrojada, y frente a él una niña, con las manos levantadas como para recibir esa pelota que nunca bajó.
Quedaban las cinco zonas de pintura; el hombre, la mujer, los niños, la pelota. El resto era una delgada capa de carbón.
El suave rociador llenó el jardín de luces que caían.
Hasta ese día, cuánta reserva había guardado la casa. Con cuánto cuidado había preguntado: "¿Quién anda? ¿Contraseña?", y al no recibir respuesta de los zorros solitarios y de los gatos que gemían, había cerrado sus ventanas y bajado las persianas con una preocupación de solterona por la autoprotección, casi lindante con la paranoia mecánica.
La casa se estremecía con cada sonido. Si un gorrión rozaba una ventana, la persiana se levantaba de golpe. ¡El pájaro, sobresaltado, huía! ¡No, ni siquiera un pájaro debía tocar la casa!
La casa era un altar con diez mil asistentes, grandes y pequeños, que reparaban y atendían, en grupos. Pero los dioses se habían marchado, y el ritual de la religión continuaba, sin sentido, inútil.
"Las doce del mediodía".
Un perro aulló, temblando, en el pórtico de entrada.
La puerta del frente reconoció la voz del perro y abrió. El perro, antes enorme y fornido, en ese momento flaco hasta los huesos y cubierto de llagas, entró en la casa y la recorrió, dejando huellas de barro. Detrás de él se escurrían furiosos ratones, enojados por tener que recoger barro, alterados por el inconveniente.
Porque ni un fragmento de hoja seca pasaba bajo la puerta sin que se abrieran de inmediato los paneles de las paredes y los ratones de limpieza, de cobre, saltaran rápidamente para hacer su tarea. El polvo, los pelos, los papeles, eran capturados de inmediato por sus diminutas mandíbulas de acero, y llevados a sus madrigueras. De allí, pasaban por tubos hasta el sótano, donde caían en un incinerador.
El perro subió corriendo la escalera, aullando histéricamente ante cada puerta, comprendiendo por fin, lo mismo que comprendía la casa, que allí sólo había silencio.
Husmeó el aire y arañó la puerta de la cocina. Detrás de la puerta, el horno estaba haciendo panqueques que llenaban la casa de un olor apetitoso mezclado con el aroma de la miel.
El perro echó espuma por la boca, tendido en el suelo, husmeando, con los ojos enrojecidos. Echó a correr locamente en círculos, mordiéndose la cola, lanzado a un frenesí, y cayó muerto. Estuvo una hora en el living.
"Las dos", cantó una voz.
Percibiendo delicadamente la descomposición, los regimientos de ratones salieron silenciosamente, como hojas grises en medio de un viento eléctrico...
"Las dos y quince".
El perro había desaparecido.
En el sótano, el incinerador resplandeció de pronto con un remolino de chispas que saltaron por la chimenea.
"Las dos y treinta y cinco".
De las paredes del patio brotaron mesas de bridge. Cayeron naipes sobre la felpa, en una lluvia de piques, diamantes, tréboles y corazones. Apareció una exposición de Martinis en una mesa de roble, y saladitos. Se oía música.
Pero las mesas estaban en silencio, y nadie tocaba los naipes.
A las cuatro, las mesas se plegaron como grandes mariposas y volvieron a entrar en los paneles de la pared.
"Cuatro y treinta"
Las paredes del cuarto de los niños brillaban.
Aparecían formas de animales: jirafas amarillas, leones azules, antílopes rosados, panteras lilas que daban volteretas en una sustancia de cristal. Las paredes eran de vidrio. Se llenaban de color y fantasía. El rollo oculto de una película giraba silenciosamente, y las paredes cobraban vida. El piso del cuarto parecía una pradera. Sobre ella corrían cucarachas de aluminio y grillos de hierro, y en el aire cálido y tranquilo las mariposas de delicada textura aleteaban entre los fuertes aromas que dejaban los animales... Había un ruido como de una gran colmena amarilla de abejas dentro de un hueco oscuro, el ronroneo perezoso de un león. Y de pronto el ruido de las patas de un okapi y el murmullo de la fresca lluvia en la jungla, y el ruido de pezuñas en el pasto seco del verano. Luego las paredes se disolvían para transformarse en campos de pasto seco, kilómetros y kilómetros bajo un interminable cielo caluroso. Los animales se retiraban a los matorrales y a los pozos de agua.
Era la hora de los niños.
"Las cinco". La bañera se llenó de agua caliente y cristalina.
"Las seis, las siete, las ocho". La vajilla de la cena se colocó en su lugar como por arte de magia, y en el estudio hubo un click. En la mesa de metal frente a la chimenea, donde en ese momento chisporroteaban las llamas, saltó un cigarro, con un centímetro de ceniza gris en la punta, esperando.
"Las nueve". Las camas calentaron sus circuitos ocultos, porque las noches eran frías en esa zona.
"Las nueve y cinco". Habló una voz desde el cielo raso del estudio: "Señora Mc Clellan, ¿qué poema desea esta noche?"
La casa estaba en silencio.
La voz dijo por fin:
"Ya que usted no expresa su preferencia, elegiré un poema al azar". Comenzó a oírse una suave música de fondo. "Sara Teasdale. Según recuerdo, su favorito..."

Vendrán las lluvias suaves y el olor a tierra
Y el leve ruido del vuelo de las golondrinas

El canto nocturno de los sapos en los charcos
La trémula blancura del ciruelo silvestre

Los ruiseñores con sus plumas de fuego
Silbando sus caprichos en la alambrada

Y ninguno sabrá si hay guerra
Ni le importará el final, cuando termine

A nadie le importaría, ni al pájaro ni al árbol,
Si desapareciera la humanidad

Ni la primavera, al despertar al alba,
Se enteraría de que ya no estamos.

El fuego ardía en la chimenea de piedra y el cigarro cayó en un montículo de ceniza en el cenicero. Los sillones vacíos se miraban entre las paredes silenciosas, y sonaba la música. A las diez la casa comenzó a apagarse.
Soplaba el viento. Una rama caída de un árbol golpeó contra la ventana de la cocina. Un frasco de solvente se hizo añicos sobre la cocina. ¡La habitación ardió en un instante!
"¡Fuego!" gritó una voz. Se encendieron las luces de la casa, las bombas de agua de los cielos rasos comenzaron a funcionar. Pero el solvente se extendió sobre el linóleo, lamiendo, devorando, bajo la puerta de la cocina, mientras las voces continuaban gritando al unísono: "¡Fuego, fuego, fuego!"
La casa trataba de salvarse. Las puertas se cerraban herméticamente, pero el calor rompió las ventanas y el viento soplaba y avivaba el fuego.
La casa cedió mientras el fuego, en diez mil millones de chispas furiosas, se trasladaba con llameante facilidad de una habitación a otra y luego subía la escalera. Mientras las ratas de agua se escurrían y chillaban desde las paredes, proyectaban su agua, y corrían a buscar más. Y los rociadores de la pared soltaban sus chorros de lluvia mecánica.
Pero demasiado tarde. En alguna parte, con un suspiro, una bomba se detuvo. La lluvia bienhechora cesó. La reserva de agua que había llenado los baños y había lavado los platos durante muchos días silenciosos se había terminado.
El fuego subía la escalera, creciendo, se alimentaba en los Picasso y los Matisse de las salas del piso alto, como si fueran manjares, quemando los óleos, tostando tiernamente las telas hasta convertirlas en despojos negros.
¡El fuego ya llegaba a las camas, a las ventanas, cambiaba los colores de los cortinados!
Luego, aparecieron los refuerzos.
Desde las puertas-trampa del altillo, los rostros ciegos de los robots miraban con sus bocas abiertas de donde salía una sustancia química verde.
El fuego retrocedió, como habría retrocedido hasta un elefante a la vista de una serpiente muerta. En ese momento había veinte serpientes ondulando por el suelo, matando el fuego con un claro y frío veneno de espuma verde.
Pero el fuego era inteligente. Había lanzado llamas fuera de la casa, que subieron al altillo donde estaban las bombas. ¡Una explosión! El cerebro del altillo que dirigía las bombas quedó destrozado.
El fuego volvió a todos los armarios y las ropas colgadas en ellos.
La casa se estremeció, hasta sus huesos de roble, su esqueleto desnudo se encogía con el calor, sus cables, sus nervios salían a la luz como si un cirujano hubiera abierto la piel para dejar las venas y los capilares rojos temblando en el aire escaldado. "¡Auxilio, auxilio!" "¡Fuego!" "¡Rápido, rápido!"
El calor quebraba los espejos como si fueran el primer hielo delgado del invierno. Y las voces gemían, "fuego, fuego, corran, corran", como una trágica canción infantil.
Y las voces morían mientras los cables saltaban de sus envolturas como castañas calientes. Una, dos, tres, cuatro, cinco voces murieron y ya no se oyó ninguna.
En el cuarto de los niños ardió la jungla. Rugieron los leones azules, saltaron las jirafas púrpuras. Las panteras corrían en círculos, cambiando de color, y diez millones de animales, corriendo frente al fuego, se desvanecieron en un lejano río humeante...
Murieron diez voces más. En el último instante, bajo la avalancha de fuego, se oían otros coros, indiferentes, que anunciaban la hora, tocaban música, cortaban el pasto con una máquina a control remoto, o abrían y cerraban frenéticamente una sombrilla, cerraban y abrían la puerta del frente, sucedían mil cosas, como en una relojería donde cada reloj da locamente la hora antes o después de otro. Era una escena de confusión maníaca, pero sin embargo una unidad; cantos, gritos, los últimos ratones de la limpieza que se abalanzaban valientemente a llevarse las feas cenizas... y una voz, con sublime indiferencia ante la situación, leía poemas en voz alta en el estudio en llamas, hasta que se quemaron todos los rollos de películas, hasta que todos los cables se achicharraron y saltaron los circuitos.
El fuego hizo estallar la casa que se derrumbó de golpe, en medio de las olas de chispas y humo.
En la cocina, un instante antes de la lluvia de fuego y madera, pudo verse al horno preparando el desayuno en escala psicopática, diez docenas de huevos, seis panes convertidos en tostadas, veinte docenas de tajadas de panceta, que, devorados por el fuego, ponían a funcionar nuevamente al horno, que silbaba histéricamente...
La explosión. El altillo que caía sobre la cocina y la sala. La sala sobre el subsuelo, el subsuelo sobre el segundo subsuelo. El freezer, un sillón, rollos de películas, circuitos, camas, todo convertido en esqueletos en un montón de escombros, muy abajo.
Humo y silencio. Gran cantidad de humo.
La débil luz del amanecer apareció por el este. Entre las ruinas, una sola pared quedaba en pie. Dentro de la pared, una última voz decía, una y otra vez, mientras salía el sol, iluminando el humeante montón de escombros:
"Hoy es 5 de agosto de 2026, hoy es 5 de agosto de 2026, hoy es..."

Vendrán las lluvias suaves, Ray Bradbury

Cuevas gigantes para albergar a los primeros humanos de Marte

Los investigadores consideran que existen buenas razones para situar bajo tierra el desembarco del hombre en Marte. Además de la mayor facilidad para regular la temperatura, el estar rodeado de roca ayuda a mantener la radiación al nivel mínimo.

Entre las primeras ideas para el proyecto colonizador, se ha señalado el cubrir el cráter al nivel del suelo con una superficie aislante, para posteriormente sellarla y llenar el interior con aire. La presión del aire dentro ayudaría a sostener el techo. Podrían cavarse habitaciones en las paredes del pozo para proporcionar más espacio y mejor protección contra las radiaciones, e incluso hacer uso de los yacimientos minerales.

Pozos de hasta 310 metros

Las fotografías muestran dos pozos de, aproximadamente, 180 metros y 310 metros de diámetro, respectivamente. Las imágenes han sido procesadas para revelar los detalles de la superficie dentro de cada cueva. La más pequeña de las dos fosas contiene rocas y sedimentos en sus paredes y una sedimentación de color brillante en el suelo.

Un estudio cuidadoso de las paredes y el suelo, así como de los terrenos que las rodean, podría ayudar a desentrañar la complicada serie de procesos que deben haber sido responsables de su formación y posterior modificación.

Los investigadores piensan que se trata probablemente de cráteres que se formaron al derrumbarse el techo de una cámara de vacío generada por la lava. 


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Sonda Mars Express pasa a solo 67 kilómetros de una luna de Marte

La sonda Mars Express, de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), pasó a solo 67 kilómetros de la superficie de Fobos, la luna de Marte, lo más cerca que ha estado nunca un objeto creado por el hombre.
Las imágenes enviadas por la Mars Express muestran que Fobos no es un satélite completamente sólido. Todo lo contrario, los acercamientos a su superficie han mostrado que es porosa en un 25-35%.
"Todos los instrumentos a bordo de Mars Express pueden enseñarnos algo nuevo sobre Fobos", comenta Olivier Witasse, científico del Proyecto Mars Express para la ESA.
Cabe precisar que los resultados científicos de estas aproximaciones serán publicados en las próximas semanas o meses, a medida que los equipos finalicen el análisis de los datos.

Fragmento


Casi podría decirse que por tratarse de un Boca-River, esa tarde las cosas venían demasiado tranquilas. En una parrilla cercana llamada La 12 hubo un «ajuste de cuentas» entre dos hinchas, uno de los cuales tuvo que ser hospitalizado en el Argerich con una puñalada en el abdomen. De puro aburridos, los policías apaleaban a alguno que otro, pero sin lograr que nadie se tomara en serio la cuestión.
Cuando ya eran más o menos las cuatro y media de la tarde de aquel domingo, los dos marcianos entraron a la Bombonera. Por supuesto, los de seguridad no los palparon de armas porque el único ropaje que tenían era el cinturón ése atravesado en el pecho, con la cartuchera chiquita donde llevan sus cosas. Además, sintieron un poco de asco cuando los vieron llegar.
De acuerdo a sus costumbres iban desnudos, y ésa fue la causa.
No es justo cargar toda la culpa al pobre Facundo Solari, como hacen los periodistas. Sí cabe, en todo caso, hablar de una culpa más difusa, que abarque la frustración de Solari, pero también la soberbia despectiva de los marcianos, la malevolencia de los funcionarios del club pero, por sobre todo, la mezquindad de los políticos que siempre hacen las cosas para su propio interés y no por el de un pueblo ignorante, que aún no está preparado para recibir a quienes debemos considerar personas aunque no parezcan.
Tampoco es creíble, en realidad, que los encargados de la seguridad ignoraran lo que hacían. Son gente de experiencia y, según dijeron, Cumplían órdenes y entonces, cuando vieron las figuras verdes de los “marcianos”, les dieron la voz de alto.
-Señores, acá no pueden entrar así...desnudos- dijo el encargado de la seguridad, haciendo seguramente un gesto de asco ante esos grotescos órganos sexuales que tienen y los marcianos exhiben sin pudor alguno.
Ya hubo, en otros lados, problemas por eso. Ellos acostumbran a utilizar, cuando están ante nosotros, ropajes generalmente holgados para no ofender nuestra humana sensibilidad. Ninguna ley, ni acá ni en ningún otro país los obliga a vestirse, pero lo hacen suponemos que sólo por una cuestión de urbanidad, para evitar discusiones cuando hay cosas más importantes de que hablar.

INCIDENTE CON MARCIANOS EN LA BOMBONERA, Luis Barroso

Hay en Marte restos de vida, dice un estudio

Florencia - Las pequeñas esferas denominadas arándanos que fueron descubiertas en la zona del planeta Marte llamada Meridiani Planus -la gran llanura al sur del ecuador marciano-, son restos de vida muy antiguos y primitivos, indica un estudio de investigadores italianos publicado en la Revista Internacional de Astrobiología.


Hay diferentes hipótesis sobre el origen de los arándanos, pero el único dato en el que coinciden los expertos que los estudiaron es que se trata de formaciones "pertinentes a la presencia de agua".

Los sedimentos tienen el aspecto de delgadísimas láminas y sobre éstas se han centrado los esfuerzos de los especialistas italianos.

"Nuestro estudio muestra que estos sedimentos y las esferas que contienen podrían ser estructuras órgano-sedimentarias, probablemente producidas por microorganismos", dijeron.

Se trataría de microfósiles que fueron acumulándose en el tiempo hasta dar origen a delgadas capas. Una estructura que, a criterio de los científicos, "parece ser compatible con la existencia de la vida en Marte". (ANSA)

La pelìcula mostra: EL NIÑO MARCIANO

Empecé a buscar pruebas.
Comencé a repasar mi diario.
Había estado tomando notas diariamente de los incidentes interesantes, en caso de que alguna vez quisiera escribir un libro sobre nuestras experiencias. Al principio, no podía encontrar nada. La mayoría de los incidentes sobre los que había escrito eran bastante rutinarios. Ni siquiera apto como material para el Reader’s Digest.
Por ejemplo, la semana después de que se instalara, lo había llevado al partido del béisbol en el estadio de los Dodgers. Cuando entramos en el aparcamiento dije:
Bien, chico, desea que haya alguna plaza libre.
Dennis se inclinó hacia delante en su asiento con una expresión intensa en su cara.
Parece abarrotado. Será mejor que desees con fuerza.
Llegué al final de la hilera y giré hacia la siguiente. Había seis lugares vacíos.
Uy. Te has pasado.
Realicé un deseo marciano.
Oh, bien. Bueno, hay cinco personas detrás de nosotros que también necesitan un sitio para aparcar. Ahora, vamos a ver al mejor equipo de béisbol del mundo. ¿Sabes cual es?
—¡Los Dodgers!
—¡Correcto!
Durante la primera parte del partido, Dennis estaba más interesado en obtener un banderín y conseguir un poco de algodón de azúcar, que en lo que estaba ocurriendo abajo en el campo. Pero hacia la quinta entrada se subió en mi regazo y empecé a explicarle en que consistía el juego.
Ves a ese hombre sujetando el bate en la base del bateador. Desea que golpee la pelota fuera del estadio.
—Está bien —dijo Dennis.
¡Cra—a—a—ack! La pelota salió disparada fuera del campo hasta los asientos situados a la derecha del recinto. Alguien en la grada más baja la atrapó y el corredor se paseó fácilmente alrededor de las bases mientras el organista tocó, “Gloria, Gloria, Aleluya”.
—Se te da bien pedir deseos, Dennis. Eso fue increíble. ¿Quieres probar otra vez?
—No.
—Está bien.

David Gerrold 

Dirigida por Menno Meyjes, con John Cusack y Bobby Coleman.