La energía oculta de Hijitus

Un proyecto desarrollado en el INTI avanza hacia la construcción de pequeños generadores de energía eléctrica que funcionarán sin ningún combustible: aprovecharán diferencias realmente ínfimas en la fuerza gravitacional de la Tierra. Sucede que la atracción terrestre es ligerísimamente menor, pongamos, en el primer piso de una casa que en su planta baja, que está más cerca del centro de la tierra; esa variación minúscula se aprovechará –utilizando las mismas ecuaciones que se usan para diseñar aviones supersónicos– para acelerar el aire hasta una velocidad superior a cien kilómetros por hora, en el interior de un tubo de refinado diseño que no supera los cuatro metros de largo y que, grafican sus desarrolladores, “se parece al sombrero de Hijitus”. Cada dispositivo cuenta con una turbina que transforma ese aire en movimiento en energía eléctrica suficiente para proveer a cuatro casas de familia. El aparato podría funcionar indefinidamente, sólo con mantenimiento en sus partes móviles. Su utilidad social, según los diseñadores, es “proveer a muchas localidades del interior del país a las que el sistema interconectado nacional no llega suficientemente”.

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LOS PLANES ARGENTINOS DE EXPANSION ESPACIAL

El país tiene una larga tradición en cohetería. En la década del sesenta, un par de experiencias exitosas –un ratón viajó a bordo de un cohete Orión II, y un mono tripuló un cohete Rigel que alcanzó setenta kilómetros de altura– convirtió a la Argentina en uno de los cinco países del mundo que por entonces habían desarrollado experimentos biológicos en el espacio. Esas experiencias querían inaugurar una estrategia escalonada cuyo objetivo era el desarrollo de un lanzador satelital, y ya en 1971 la prensa publicaba que el país se preparaba para poner un satélite en órbita.
Con la infausta llegada del Proceso hubo recursos inéditos en materia de investigación espacial, pero los dos conflictos bélicos de la época hicieron que esa línea de cohetería con propósitos científicos se viera atravesada por otra distinta. Como recuerda el historiador Diego Hurtado de Mendoza en La ciencia argentina (un proyecto inconcluso), pocas semanas después de la rendición de Malvinas, en una reunión secreta de brigadieres y comodoros en la sede del comando de la Fuerza Aérea, se tomó la decisión de desarrollar un misil balístico de alcance medio, el Cóndor II, que podría transportar una cabeza explosiva de quinientos kilogramos a mil kilómetros de distancia.

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Fuego

Sabe que tiene que irse.

-Apure, profesor -llaman desde afuera.
-Ya voy. -Ajusta la lente del telescopio y sigue mirando. Contra el negro de la nada los rayos se descomponen en mil colores.

La luz. Siempre la misma y sin embargo distinta. El hombre la contempla con ojos de enamorado.
Y el calor.
Hasta ayer, con una toalla grande y gesto indiferente, secaba el sudor que corría por su cara, por su cuerpo. Hoy ya ha renunciado al intento de mantenerse seco. Al esfuerzo de tomar notas también.

-No queda mucho tiempo -insiste la misma voz, ya lejana.

Mira en derredor. Instrumentos de laboratorio y algunos efectos personales. Amados objetos que debe abandonar. El saxo de su padre. "Esta es una familia de músicos, el científico es nuestra oveja negra", bromeaba, orgulloso, el viejo. También está la pintura. Lara, preciosa como era. Viva.

Su equipaje ya ha sido cargado.

-Sólo lo imprescindible, profesor, menos, si puede. Usted comprende -él entiende perfectamente.

Las diez de la noche. Sale al horno que es la calle. Cierra con llave. ¿Para qué? Nadie se queda. En pocos días quedará nada.
Aún peor que la temperatura es el silencio. La ciudad ya ha sido evacuada. La ciudad y el mundo.
Quita el cerrojo que acaba de poner, abre la puerta, se sienta en el suelo bajo el marco.
Aguarda un rato.
De pronto, ciento veinte segundos de ruido ensordecedor. Luego, la más absoluta calma. La nave ha despegado en el horario previsto.
Pasan un par de perros, ahora sin dueño, desorientados.
Mira el cielo. En una hora, a los sumo dos, no será necesario el telescopio. Se podrá observar un bello espectáculo a simple vista.

El Sol continúa agigantándose.

No cree estar solo. En algún lugar del planeta habrá otro ser humano que, como él, haya decidido quedarse a esperar el amanecer en casa.

50 años del primer hombre en el espacio

Se cumplen 50 años desde que el astronauta ruso Yuri Gagarin, se convirtiera en el primer ser humano que viajaba al espacio en una "gesta" que, según ha explicado el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), Jean Jaques Dordain, sería "la impulsora de que el ser humano tenga actualmente un concepto de futuro global".
   En 1961 Gagarin, con 27 años, se convirtió en el primer ser humano que viajó al espacio a bordo de la nave Vostok 1, una aventura de 108 minutos para la que el astronauta se había estado preparando de manera específica desde hacía un año. A pesar del entrenamiento, las autoridades soviéticas "no estaban del todo seguras de que Gagarin sobreviviera" al descenso, pero finalmente el astronauta aterrizaba sin problemas en Tajtarova (Siberia) tras salir despedido de la cápsula del Vostok.
   Entre las anécdotas que se han comentado sobre esta hazaña está la de una campesina que se encontró a Gagarin tras su 'aterrizaje' y que le preguntó si venía del "espacio exterior" a lo que el ruso contestó "sí, pero no se alarme, soy soviético". Dordain ha confirmado también que el astronauta gritó "Poyekhali" ("Vamos"), nada más ponerse en órbita. Posteriormente comentó a los que le seguían a través del puesto de control: "veo la Tierra, que hermosa es".
   De hecho, tras su experiencia en el espacio, el astronauta comenzó una campaña para proteger el planeta, ha explicado la ESA. "Dando vueltas a la Tierra en mi nave espacial orbital me maravillé de la belleza de nuestro planeta. Pueblos del mundo, protejamos y aumentemos esa belleza, no la destruyamos", declaró Gagarin a los medios.
   El director general de la ESA ha señalado que la experiencia de Gagarin tiene un significado diferente 50 años después "cuando la mayoría de las agencias espaciales del mundo discuten una estrategia común para la exploración pacífica del espacio tanto tripulada como robótica, e investigan destinos del Sistema Solar donde los seres humanos podrían algún día vivir y trabajar".
   En cuanto al futuro, Dordain señala que en los próximos 50 años los países tendrán "una mayor cooperación". "Vamos a salir, hacia la Luna o a Marte, juntos", ha concluido.
LA ESTELA DE GAGARIN
   La hazaña de Gagarin provocó que la NASA se apresurara a poner un astronauta en el espacio y un mes después, en mayo de 1961, Alan Shepard se convirtió en el primer astronauta estadounidense en el espacio, aunque haciendo un vuelo balístico suborbital. Hasta el año siguiente no estuvo en órbita un astronauta americano, fue John Glenn el que dio la vuelta a la Tierra a bordo del Mercury Friendship (7 en febrero de 1962).
   Por su parte, Gagarin nunca volvió al espacio. Después de una gira mundial para hablar sobre su experiencia regresó a su vida como astronauta del programa espacial ruso para preparase para el primer vuelo de la nueva nave Soyuz en 1967. Sin embargo, la ESA señala que pero los altos directivos lo dejaron en tierra porque no querían arriesgar la vida de un héroe de la Unión Soviética en otra misión peligrosa.
   El astronauta perdió la vida durante un vuelo rutinario de entrenamiento el 27 de marzo de 1968, cuando su avión se estrelló y tanto él como su instructor fallecieron.

EE UU y Rusia planean para ir a Marte un transbordador atómico

Rusia y Estados Unidos trabajarán conjuntamente en la construcción de un nuevo transbordador espacial propulsado con energía atómica. Sería imprescindible en vuelos de larga duración a la Luna, Marte u otros planetas. Así lo acaba de anunciar el director de la agencia espacial rusa (Roskosmos), Anatoli Perminov, en el cosmódromo kazajo de Baikonur.
«Un vuelo a Marte con los actuales propulsores requeriría demasiado tiempo», afirmó Perminov. Según sus palabras, en el proyecto participarán, no sólo Rusia y EEUU, sino también «países dotados de un alto nivel tecnológico en el desarrollo de reactores» tales como Alemania, China, Francia y Japón. El máximo responsable de Roskosmos no incluyó a España, pese a estar también entre los países punteros en el sector nuclear.
El calendario elaborado inicialmente prevé que el diseño de la turbina espacial atómica esté concluido en 2012 y que la primera nave salga de la factoría en 2019. El proyecto tendrá un coste aproximado de 17.000 millones de rublos (unos 425 millones de euros).
Las conversaciones para negociar todos los aspectos entre Roskosmos y la NASA comenzarán el próximo 15 de abril. La agencia espacial estadounidense ha propuesto además que este año se celebre en Moscú una gran conferencia sobre la utilización de la energía nuclear en el espacio.
En la década de los 60, Mstislav Kéldish, Ígor Kurchátov y Serguéi Koroliov ya desarrollaron un programa para la utilización de la energía atómica en el cosmos. Se construyeron satélites espías para localizar submarinos con pequeños motores nucleares de baja potencia. Tenían una autonomía de un año nada más y se decidió después prohibir su utilización por razones de seguridad.
Esta vez, subrayó Perminov, «se trata de crear propulsores mucho más potentes, capaces de recorrer grandes distancias». El director de Roskosmos lanzó la idea en octubre de 2009 argumentando que la exploración de Marte y la instalación de una base permanente en la Luna no podrán realizarse sin el concurso de la energía atómica. Lo primero que habrá que hacer ahora será levantar la prohibición existente sobre el empleo en el espacio de ingenios nucleares.

Fragmento - LA AVENTURA DE CHANUR

-Calma -sintió que Tully estaba temblando y le dio una palmadita en la pierna mientras se volvía hacia el-. Estás a salvo, Tully, todo va bien -el traductor había dejado de funcionar hacía unos minutos, al salir de su radio de alcance, pero Tully era capaz de entender algunas palabras por sí solo-. Estás a salvo, ¿me has
entendido?
Tully asintió, mirándola como si en realidad fuera incapaz de verla. Sus dedos sujetaban firmemente la bolsa de plástico y tanto Hilfy como Chur habían pegado sus cuerpos al de Tully, lo máximo posible, para mantenerle caliente. El relámpago blanquecino emitido por la luz del vehículo iluminaba la palidez de su piel y su
cabello descolorido, convirtiendo sus movimientos nerviosos en algo irreal.
-Yo... -empezó a decir y entonces el vehículo giró bruscamente, oscilando, y les lanzó a todos hacia la izquierda y hacia adelante. Fue tan brusco que la parte trasera del vehículo que las escoltaba llenó todo el campo visual de Hilfy, en tanto que el conductor mahendo'sat luchaba con el volante y los guardias alzaban los brazos para protegerse del impacto. El vehículo giró, patinando, perdido el control y un segundo después se estrelló, como dotado de una perversa voluntad propia, contra el primer vehículo. Luego salió despedido con un chirrido metálico y siguió patinando mientras una rueda era arrancada del eje y daba vueltas sobre las planchas del suelo. Todo se volvió confuso y de pronto se oyó un aullido en el asiento de los mahendo'sat y fue como si un puño les golpeara. El respaldo del asiento voló hacia el rostro de Hilfy y ella extendió la mano hacia Tully justo cuando su cabeza golpeaba el acolchado asiento, el eco de la explosión agitaba todavía el aire y el vehículo oscilaba y, recibía un nuevo impacto.
-¡Están disparando! -gritó Chur y ese grito hizo que la realidad penetrara de nuevo en el cerebro de Hilfy y sus dedos engarfiados se arrastraron hacia el arma que tenía en el bolsillo. Sentía el brazo entumecido, hasta la altura del codo, a causa de un golpe que había recibido durante las oscilaciones y sacudidas del vehículo. Ahora se habían detenido. La ventanilla delantera estaba hecha pedazos, el conductor se había derrumbado sobre el panel de control pero los dos guardias seguían vivos. -¡Quédate dentro! -estaba gritando Chur desde el otro lado, mientras un guardia luchaba para abrir la portezuela. Algo golpeó el vehículo y una flor de fuego desplegó sus pétalos al otro lado de la ventanilla. Hilfy logró sacar por fin el arma cuando una humareda
plateada penetraba por la portezuela con un acre aroma de ozono. La puerta, en posición manual, se abrió lentamente y luego volvió a cerrarse tras haber dejado entrar una buena dosis de humo. El mahe cayó a! suelo entre una salva de disparos y la humareda le hizo invisible. Su compañero disparó desde el interior del vehículo y algo les golpeó de nuevo, hubo otra flor de fuego y un estruendo ensordecedor.
-¡Hilfy! -Tully tiraba de ella mientras desde e! otro lado, le llegaba un soplo de aire fresco. Chur había logrado abrir la portezuela por el lado que no estaba expuesto al fuego y había salido del vehículo. Hilfy miró fugazmente hacia el otro lado y empezó a disparar una y otra vez hacia el confuso remolino de negras capas kif que distinguía entre el humo, pensando a cada disparo que después de acabar con ellos saldría de! vehículo.
De pronto, unas manos la agarraron por la cintura de los pantalones y tiraron de ella. Lo hacían con tal fuerza que la arrastraron por encima del asiento, mientras seguía disparando. Un brazo le rodeó la cintura y la hizo salir por la portezuela. Logró disparar un par de veces más. Tully intentó llevarla en brazos, pero Hilfy se liberó con un manotazo, se puso en pie y echó a correr, con Tully al lado y Chur...
Otra explosión junto a ella y se encontró volando por los aires. Las placas metálicas del suelo parecieron materializarse repentinamente bajo sus manos y su rostro. Algo muy pesado cayó sobre ella y se quedó inmóvil.


LA AVENTURA DE CHANUR, C. J. CHERRYH