2° Viaje: La nada

Tratando de ahondar los conocimientos respecto al universo que he dado en llamar "Utopía Peronista", traspasé nuevamente la singularidad maldita de Nicaragua y Arévalo.
Cámara de fotos en mano, me encontré con ... nada. Bueno, nada no, puro campo pampa.
Una llanura que se extendía hasta el horizonte, suavemente ondulada. Algún árbol o un ombú aquí y allá, una línea verde que marcaba el arroyo Maldonado y nada más. Ninguna construcción, cero humo. Solo ruidos "naturales".
Estuve un rato y me volví, más intrigado que cuando llegué.