La juventud de Genghis
69. Cuando Menlig, hijo del viejo Charaja, cumpliendo las órdenes de Temuuzhin, avisó a Dai Sesen de que Esujey Baatar extraña mucho a su hijo y quiere que se lo traigan a su casa, Dai Sesen dijo: “Si así es, mandaré a Temuuzhin a su casa, pero con la condición de que vuelva pronto”.
70. Aquella primavera las reinas Orbay y Sojatay, esposas de Ambagay khan deciden organizar una fiesta a la que Ogulun uzhin no fue invitada y les dice: “Ustedes creen que ya no necesitan de nosotros tras la muerte de Esujey Baatar, creen que mis hijos son aún pequeños y nos deprimen del derecho de compartir las bendiciones, los manjares y licores. Se comen sin nosotros y se van sin nosotros”.
71. A lo que Orbay y Sojatay le replican:
“No estamos obligadas a invitarte.
Comerás si se te presenta la oportunidad.
No estamos obligadas a llevarte la comida.
Comerás si se te presenta la ocasión”.
Así, a la muerte de Ambagay khan, Ogulun uzhin es despreciada y humillada.
72. “Mudémonos sin Ogulun uzhin y los niños. No los lleven. Los dejaremos donde están” – dijeron los taichuud Targutay jiriltu y Todogen girte y se dirigen la mañana siguiente hacia el río Onon. El viejo Charaja trata de convencer a los Taichuud de que no se mudaran, que no dejaran a la familia Esujey, a lo que le contesta Todogen Girte, uno de los traidores: “las aguas se secaron y las piedras se derrumbaron”, significando con esto que todo se había acabado e inmediatamente apuñaló al viejo Charaja por la espalda.
73. El viejo Charaja, gravemente herido, apenas llega a la casa y se desploma en la cama, cuando vino a verlo Temuuzhin, al que Charaja le dice: “Traté de persuadir a los súbditos que reunió tú padre para que no se fueran y me han herido como consecuencia. Temuuzhin al escucharlo, salió de la tienda llorando.
Ogulun uzhin, por su parte cabalga su caballo y con una bandera en la mano trata también de conservar la unidad de la tribu y de convencer a los que se querían ir.
74. Los Taichuud y sus familiares comenzaron a abondonar a la familia de los Esujey, quedándose su viuda sola con sus hijos menores.
Ogulun, a solas con sus pequeños hijos, se viste de hombre, para sobrevivir cabalga su caballo y sale recorriendo las orillas del río Onon en busca de alimentos para la familia. Ella, en ocasiones, hace de cazador, en otras, de pescador y de agricultor, alimentando de esta forma a sus hijos hasta convertirlos en khanes y reyes.
75. Con el tiempo los hijos de Ogulun fueron creciendo hasta cuidar a su querida madre que los había criado y educado en condiciones tan difíciles para sobrevivir.
76. Cierto día, Temuuzhin, Jasar, Begter y Belgutey - salen a pescar. Begter y Belgutey le quitan a Temuuzhin y Jasar el pez atrapado. Estos, ofendidos, se dirigen a su madre a quejarse, a lo que Ogulun uzhin contesta: “Siendo hermanos, ¿por qué no siguien el ejemplo de los cinco hijos de Alan Goo? No deben continuar peleando”.
“Recuerden que no tenemos amigos que nuestras sombras, No tenemos látigos excepto colas de nuestros caballos”. “¿Cómo comportan de esta manera?, ¿Quién se vengará de los Taichuud?” Y regaña a sus dos hijos.
77. Sin embargo, Temuuzhin y Jasar desafían a su madre y le dicen –“Ayer cazamos una golondrina y ellos nos la quitaron. Hoy ocurrió lo mismo. ¿Cómo podemos vivir con ellos en esta forma?”
Y salieron furiosos, tirando la puerta de la tienda. En este momento Begter, el hermanastro, que se encontraba en una loma atendiendo su rebaño de caballos, muere a causa de sendas flechas que Temuuzhin y Jasar le lanzan a sangre fría.
78. Cuando Temuuzhin y Jasar regresan a la casa, Ogulun se da cuenta por la cara de los dos hombres de lo que ocurrió y les dice:
¨¡Oh, despiadados!
No en vano naciste de mi vientre apretando un coagulo
Sois como perros carnívoros que muerden su propia costilla
Sois como leopardos que aferren rocas
Sois como leones que no aguantan su furia
Sois como monstruos que tragan a vivo
Sois como halcones que atacan su propia sombra
Sois como lucios que tragan sigilosamente
Sois como camellos que muerden sus propias criaturas
Sois como lobos que atacan bajo lluvias
Sois como patos que ayuentan a sus pequeñuelos
Sois como hienas que defienden su hogar
Sois como felinos que son insaciables
Sois como perros locos que no paran para asaltar
Vos no tenéis amigos excepto vuestras sombras
Vos no tenéis látigos excepto vuestras colas
¿Por qué se pelean entre sí? ¿Siendo así cómo van a vengarse de los Taichuud?¨
79. Mientras tanto, los Taichuud, pensando que la hora había llegado porque la familia de Esujey se había empobrecido y debilitado hasta el extremo, atacan el campamento de Temuuzhin con la intención de capturarlo. Pero la familia logra huir hacia la montaña. Los Taichuud gritaban: “¡Necesitamos solamente a Temuuzhin, entréguenoslo y no vamos a hacer daño alguno a los demás!”
La familia le aconseja a Temuuzhin que huya hacia las profundidades de la selva en la montaña Burjan Jaldung. Los hermanos se esconden en la selva, Belgutey con madera construyó barricada, Hasar lanzaba flechas contra los invasores mientras sus tres hermanos menores se ocultan en una cueva. Los invasores lo buscan por todos los lados pero la jungla, inaccesible e impenetrable, les cierra el paso, haciendo imposible la búsqueda.
80.Temuuzhin pasa tres días y tres noches y al fin decide salir. Pero ve que la montura se había caído del caballo. Entonces piensa que el Cielo no quiere que él salga de la jungla y pasa tres noches más. Al cabo decide otra vez salir del escondite pero en esta ocasión ve que una enorme piedra se había caído tapando la entrada del escondite. Y Temuuzhin pensó entonces que el Cielo no quiere que él salga y pasa otras tres noches en la jungla.
En total pasó nueve días y nueve noches en la jungla sin comer, ni tomar nada y al fin decide salir, pensando que los invasores se habían ido. Pero los Taichuud lo atrapan, y el taichud Targuday jiriltug lo lleva a su campamento.
81. Los Taichuud le colocan una pesada yunta de madera alrededor del cuello con la intención de mantenerlo prisionero y ponen un guardia para que lo vigile.
Un día, los Taichuud celebran una boda y terminada la ceremonia, Temuuzhin le da un golpe en la cabeza al centinela con sus cadenas, colgadas en sus manos, sale huyendo hacia el río Onon y se oculta en el agua boca arriba.
82. Los Taichuud, despertados por el grito desesperado del guardia, quien les avisa que el prisionero se había escapado, salieron en busca de Temuuzhin. Era una noche bien clara con luna plena que parecía de día.
83. Sorjon Shar, uno de los Taichuud descubrió al prófugo, metido en el agua y le dijo a Temuuzhin: “tú eres inteligente y valiente por lo que te buscan. Sigue ahí que no voy a decir nada” y añadió que cuando la búsqueda terminara que se fuera a su campamento a unirse con su familia.
84. Cuando los Taichuud se marcharon a sus casas, Temuuzhin decide ir a la casa de Sorjon Shar, quien le había salvado la vida y en quien se podía, por tanto, confiar.
85. Cuando Temuuzhin entra en la casa de Sorjon Shar, él le pregunta: “¿Por qué viniste, te dije que te fueras a tu campamento? En este momento los dos hijos de Sorjon shar, llamados Chimbay y Chuluun intervienen en la conversación y le dicen al padre: “No debemos votarlo de nuestra casa. El es como una golondrina que huye de las garras de un halcón. Se ve que es gente buena. Lo vamos a ocultar en la carroza donde se guarda la lana ovina”. Dicho esto, la familia de Sorjon Shar le ofreció alimentos.
86. El tercer día, los Taichuud seguían la búsqueda y llegaron a la casa de Sorjon Shar. Al llegar a la carroza con lana, los Taichuud casi estuvieron a punto de alcanzar los pies de Temuuzhin, cuando Sorjon Shar dijo: “Con este calor que hace, ¿qué ser humano puede soportar la vida dentro de lana? ¨ Que fue lo que convenció a los Taichuud para dar por terminada la búsqueda en la casa de Sorjon Shar.
87. Cuando se marcharon los Taichuud, Sorjon Shar le ofreció a Temuuzhin un caballo sin montura, un arco con dos flechas y alimento suficiente para que regresara a su campamento.
88. Temuuzhin emprende el viaje, cuesta arriba del río Onon, siguiendo el arroyo Jimurga para reunirse con su familia en un lugar llamado Jorchujay boldog.
89. La familia de Temuuzhin entonces se traslada hacia el Lago Azul, parte sur de la Montaña Burjan Jaldun, alimentándose de marmotas y ratones monteses.
90. Cierto día, llegaron unos ladrones y se llevaron los ocho caballos que tenía la familia Temuuzhin, que no pudo ofrecer resistencia por no tener un caballo a su lado. Belgutey, que se había ido con otro corcel para cazar, llega al atardecer cargado de marmotas. Cuando supo del robo dijo que iría en busca de los ladrones, pero Jasar se opuso y se ofreció para ir él. Entonces Temuuzhin dijo: “Ustedes no podrán alcanzar a los ladrones, iré yo”.
Diciendo esto, cabalgó el único caballo que quedaba a la familia. Tras tres días de viaje, siguiendo las huellas dejadas por los caballos en la hierba, encuentra un rebaño de estos animales y junto a él a un joven ordeñando una yegua. Temuuzhin le pregunta si había visto ocho caballos pasar por allí. El joven le contesta que sí, que él vio cómo antes de la salida del Sol pasaron ocho caballos por la cercanías de su casa. El joven también le dijo que si tenía problemas, le ayudaría como un buen amigo, y añadió que se llamaba Boorchi7, único hijo de Naju Bayan.
Juntos continuaron la búsqueda. Al transcurrir tres días se tropezaron con los ocho caballos robados, Temuuzhin le dijo a Boorchi: “Tú te quedas aquí, yo iré a buscar mis caballos”, a lo que éste responde: “Si somos amigos ¿cómo voy a dejarte ir sólo? Yo voy contigo”; y entre los dos ahuyentaron a los corceles.
91. Detrás apareció mucha gente con la intención de perseguirlos, pero como atardecía, no pudieron darles alcance.
92. Pasaron tres días y tres noches hasta que alcanza la casa de Boorchi y Temuuzhin le preguntó, en reconocimiento de su ayuda, cuántos caballos quería que le regalara. Boorchi le contesta que él no quiere ninguno, porque su padre era rico y que ellos tenían suficientes caballos; que lo había ayudado como un buen amigo sin ningún interés y no buscaba recompensa alguna.
93. Al llegar a la casa de Boorchi, el padre, Naju Bayan, que estaba preocupado y nervioso por su hijo, se puso muy contento al saber que su hijo había ayudado a un joven pobre, al cual le habían robado sus caballos y les dijo que siempre fueran buenos amigos. Tras tres días de viaje Temuuzhin llega a su casa y encuentra felizmente a Ogulun uzhin y sus hermanos al lado del arroyo Sengur.
94. Temuuzhin había visto a Borte uzhin a los nueve años y no la había vuelto a ver más. Ahora Temuuzhin sale con Belgutey a buscar a Borte Uzhin y cabalgan hacia las orillas del río Kerulen. Dai Sesen se puso muy contento al ver a Temuuzhin y entregó a Borte uzhin a Temuuzhin. Borte uzhin viene acompañada por su madre Chotan.
95. Para despedirse de Chotan e invitar a Boorchi, Temuuzhin envió a Belgutey. Boorchi aceptó la invitación gustosamente y sin avisarle a su padre se fue acompañado de Belgutey. Así empezó la amistad entre Temuuzhin y Boorchi.
96. La familia de Temuuzhin se muda del arroyo Sengur hacia las orillas del río Kerulen. Temuuzhin, Jasar y Belgutey deciden ir a visitar a un viejo e íntimo amigo de su padre Esujey, Van Khan llevándole como regalo un abrigo de marta negra. Van Khan se había asentado en las orillas del río Tuul. Al verlo Temuuzhin le dijo: “Usted fue un íntimo amigo de mi padre, que es igual que ser mi padre, por esta razón le traje un abrigo de marta negra”, a lo que aquel replicó: “Al recibir gustosamente tu abrigo de marta negra, te ayudaré a reunir tu estado dividido e integraré tu nación desunida. Que el omóplato esté en la parte delantera y que los riñones estén en la trasera” - dicho en el sentido de que el Estado tenga un jefe -.
97. Los Temuuzhin se dirigían hacia un lugar llamado Burgi, cuando el viejo herrero Zharchuday, de la tribu Urianhay, cargando su fuelle, llegó acompañado de su hijo Zelme, y le dice a Temuuzhin: “Cuando tú naciste en Deluun Boldog, de Onon, te regalé una cuna de marta y a mi hijo Zelme, pero este era pequeño, y lo tuve que llevar a mi casa, ahora te lo entrego a ti para que él te ensille tu caballo y te abra la puerta de tu casa”.
98. Una mañana, al amanecer, la vieja Joogchin, sirvienta de Ogulun uzhin, grita: “Levántense todos, que oigo un ruido parecido a galopes de caballos. Vienen a atacarnos los temibles Taichuud”.
99. Todos se levantaron. Temuuzhin, la madre Ogulun, Jasar, Hachiun, Temuge, Belgutey, Boorchi, Zelme, todos ensillaron sus caballos. Temulin y Ogulun montaron el mismo caballo, pero Bort uzhin se quedó sin cabalgadura.
100. Los hermanos Temuuzhin se dirigieron a Burjan Jaldun. La vieja Joogchin ocultó a Bort Uzhin en el carruaje, tirado por un buey. Dentro del carruaje había ropas, pertenencias personales de la familia. La vieja, conduciendo su buey se dirigía hacia el arroyo Tunjuleg, cuando, de repente, aparecen unos soldados a galope y le preguntan: “¿Quién eres?” La vieja les contesta: “Soy una súbdita de Temuuzhin, me dedico a esquilar ovejas y ahora regreso a mi casa con la lana cargada en el carruaje”. Los soldados nuevamente preguntaron: “¿ Temuuzhin está en su casa, dónde está su casa?”. Entonces la vieja responde: “La casa está cerca, yo no sé si Temuuzhin está en su casa o no”.
101. Los soldados se fueron a galope. La vieja Joogchin quiso apresurarse, dando latigazos al buey, pero de pronto se parte el eje del carruaje. En ese momento los mismos soldados regresan y de nuevo la interrogan: “¿qué hay en este carruaje?” –“lana” – contesta. Entonces uno de los militares ordena – “¡soldados, bájense del caballo y revisen el carruaje!”. Al revisar encuentran a Borte uzhin. La sacan del carruaje la montan en un caballo junto con la vieja Joogchin y parten hacia Burjan Jaldun en busca de Temuuzhin.
102. Estos soldados pertenecían a los Merkid, y querían vengarse de Temuuzhin por una vieja ofensa de Esujey Baatar: le raptó Ogulun uzhin al Merkid Chiledu.
Buscaron por doquier a Temuuzhin sin éxito alguno, pero entendieron que se habían vengado pues tenían a su mujer.
103. Los Merkid le entregaron Borte uzhin al hermano menor de Chiledu, Chileger. Entretanto Temuuzhin manda a Belgutey, Boorchi y Zelmee a rastrear y comprobar si los Merkid todavía estaban en la montaña. Los tres hombres siguen a los Merkid y se dan cuenta de que estos se alejan. Al enterarse de la retirada Temuuzhin, golpeando su pecho, volviendo su cara hacia el Sol, coloca su cinturón en el cuello, se quita el gorro, pone su mano en su pecho, y de rodillas, ora nueve veces al Astro Rey y a la montaña Burjan Jaldun por haberle salvado la vida de sus acérrimos enemigos. Juró rezar por Burjan Jaldun cada día, cada mañana en eterno reconocimiento por la protección de sus generaciones.
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