Dos mujeres están sentadas junto a sus bebés sin vida pero robustos -recién muertos- en una esquina de la ciudad junto a varias bolsas abiertas y malolientes de basura. Si se observa bien a los bebés no se sabe si son niños o muñecos.
La desesperación de las madres es tremenda: sobre todo la de una de ellas mientras la otra trata de consolarla.
De uno de los niños sale una especie de cordón umbilical y una de las mujeres lo toma entre sus brazos magullados mostrándolo a los que pasan.
Gritos de angustia desmedida. Horror en sus rostros.
Se dice que copularon y concibieron con el mismo hombre: atlético, semental, “un súper hombre”.
Pero los niños están muertos. Han nacido demasiado grandes y desgarrado a sus progenitoras. Las han abierto de lado a lado.
Viviana del Villar
2 comentarios:
Buen cuento!!!algo desgarrador nomás.
Gracias por compartirlo.
De nada, recomiendo visiten el link a la autora.
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