Cuentan las Sagradas Escrituras Golicianas que una mañana de primavera, el gurú paraguayo Swami Osho Rojaijú, fue sacudido violentamente por uno de sus fieles discípulos:
-¡Maestro, maestro! ¡Despierte!
-Ufa, ¿que queré Gurí? ¿Como osás interrumpirme en plena meditación guaraní?
-¿Meditación? Pensé que se estaba porreando...
-No seas impertinente. ¿Que te acontece?
-¿Cuál es la felicidad más elevada?
-Veamos, ¿Que le dijo Sri Krsna a Arjuna? "Sukham ätyantikam yat tad buddhi-grahyam atindriyam vetti yatra na caivayam sthitas calati tattvatah. yam labdhva caparam labham manyate nadhikam tatah"
-Disculpe mi ignorancia maestro, pero no entendí un pomo.
-Que vayas al Bajo, chichipio, te tomes un vino patero, te busques una negra caderuda, te revuelques un rato y te dejes de joder. Y así lo hizo el acólito y fue feliz.
4 comentarios:
Si es que hay maneras de joder y joder...jé.
Saludos, Mostro
Ayyyy Ana, me refiero a molestar, incordiar, incomodar, etc.
Un beso.
Interesante y divertida visión de las posibilidades de la meditación. Saludos Monstruo!
La meditación da para todo Budokan.
Un abrazo.
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